El feminismo nace como necesidad de
reinterpretar los sistemas en los que el dominio es exclusivo del hombre. Desde
la Ilustración
y la Revolución Francesa
ha ido creciendo esta teoría política que tiene aplicación en aspectos como al
literatura. El feminismo es una acción obligatoria de las mujeres para su
liberación. El sufragio femenino, la plena ciudadanía jurídica y política o la
libre gestión del patrimonio son derechos que la mujer ha ido conquistando a
través de una lucha feminista, esta lucha abarca todas las expresiones
culturales, también la literatura. La lucha contra el patriarcado, sistema en
la que el género masculino supedita al género femenino, que se desarrolla en la
década de 1970, integra las reivindicaciones de raza, clase y orientación sexual.
También, se empieza a hablar de un feminismo marxista, que no entiende el
marxismo sin ser feminista. La crítica feminista debe enmarcarse en las ideas
de Virginia Wolf y Simone de Beauvoir. Ambas feministas creían en la necesidad
de poner fin al sistema patriarcal, desmontando esa cultura machista en la
literatura. La posición secundaria de la mujer en la literatura es objeto de
estudio de la crítica literaria feminista, pero no para implantarse en él
suplantando un sistema patriarcal capitalista por otro matriarcal capitalista.
Las estructuras sociales, la cultura masculina misógina y el mantenimiento de
la opresión política y económica de la mujer, se ven reflejadas en la
literatura. El feminismo se opone, por tanto, al sistema tradicional, entendido
como un sistema que entiende inferior al género femenino. El romanticismo, del
que está empapada la obra a analizar, en boca de los movimientos feministas
actuales más radicales, mata[1].
Para realizar un análisis feminista
de El Rey Lear, tenemos primero que
entender bien y diferenciar los diferentes términos que sobre esta teoría orbitan[2]. Una
vez tenemos claras las definiciones de sexo y género, identidad sexual y sexo,
patriarcado y heteropatriarcado, heteronormatividad y feminismo, podemos
comenzar a deconstruir el texto desde una perspectiva de género.
Considero que debemos analizar ya no
el contexto al que alude la obra, sino el propio contexto en el que el autor al
escribía, es decir, su contexto histórico y cultural. Si hoy en día no podemos
hablar del fin de un sistema patriarcal, en aquel entonces, la falta de una
ideología feminista que contrarrestase el poder del género masculino, hacía
difícil que se criticase y se pusiese en duda el sistema que detalla la obra,
el sistema de opresión sobre la mujer. Para ser más incipientes en el tema, y
tratarlo con la radicalidad que se merece, podemos decir que el sistema que nos
dibuja Shakespeare en El Rey Lear es
el heteropatriarcado, caracterizado por una lucha de clases por géneros, en el
que la mujer es la sometida u oprimida, y el opresor es el hombre.
Concretamente, tenemos que hablar del heteropatriarcado normativo, hombre padre
de familia, blanco, heterosexual y de alta posición económica. Dibujado el
sistema que refleja El Rey Lear,
podemos colocar a cada personaje en la posición que Shakespeare le ha otorgado.
Al Rey Lear le corresponde el rol de padre de familia, opresor y dominante
sobre las mujeres. Desde que decide poner a prueba a sus hijas se comporta como
un hombre posesivo que pretende someter a sus hijas, satisfaciéndose con sus
adulaciones o castigando a la que no le dice lo que quiere oír: “LEAR. ¿Tan
joven, y tan poco tierna? / CORDELIA. Tan joven, señor, y tan sincera.” (pp. 7-9).
Lear espera una conducta adecuada al sistema patriarcal en el que se enmarca la
obra, cuando no la obtiene, la conducta que rompe con lo normativo es
censurada: “LEAR. Sea así, y entonces sea tu sinceridad tu dote” (p. 8). Desde
el comienzo de la obra Shakespeare, siempre entendido en su contexto, refleja una
sociedad patriarcal, de sumo poder del hombre y padre de familia. Cordelia, que
juega el papel de sumisa y pasiva ante su padre, actúa como lo que se
consideraba en aquel entonces una buena hija, siempre sincera. La dos hermanas
de Cordelia, cuyos perfiles son semejantes, pueden ser, desde mi punto de
vista, las que aporten esa ruptura de la obediencia al padre y de sometimiento
al hombre, una postura activa. Son las que rompen con lo tradicional. La
ruptura de lo tradicional en El Rey Lear tiene
unas consecuencias dramáticas, esto quiere decir que Shakespeare entendía, o
así lo muestra en la obra, que las reglas del patriarcado no debían romperse o
las consecuencias serían fatales: “LEAR. ¡Y a mi pobre tonta la han ahorcado!”,
“EDGAR. “Hemos de obedecer al peso de este triste tiempo” (p. 105). La conclusión que debe denunciar la crítica
feminista es la que entiende que si no se siguen las reglas del patriarcado te
mueres. Goneril y Regan propician el desenlace por no comportarse como unas
buenas hijas, Cordelia acaba muriendo como penitencia y gesto de sumisión, y el
Rey Lear, que no se comporta como un hombre, como un buen padre, acaba
pagándolo casi con la locura. Los planteamientos de la filósofa, teórica de la
literatura y el feminismo, Julia Kristeva, nos ayudan a entender desde una
perspectiva estructural y semiótica los usos del lenguaje por parte de los
sujetos hablantes para verificar las estructuras de dominio ideológicas o de
género. Sus conclusiones, y las cuales comparto, son que el lenguaje no es
inmodificable y que no hay que analizar el empleo del lenguaje reduciéndolo
todo a un código binario de hombres y
mujeres. Lo último se refiere a que no hay dimensiones masculinas o femeninas
del lenguaje y que las actitudes sexistas no pueden atribuirse al lenguaje,
sino a los sujetos que lo utilizan y se sirven de él para construir el sistema
patriarcal y mantenerlo. Contra otras afirmaciones tengo, cuanto menos, dudas.
En el lenguaje literario, reflejo de la sociedad, subyacen esas estructuras
ideológicas y de dominio sobre la mujer de las que hablábamos
anteriormente.
En conclusión, la lectura desde un
punto de vista de El Rey Leal nos
ayuda a valorar la evolución de la mentalidad patriarcal. La necesidad de
cambio en el análisis de la función de la mujer en la sociedad exige una
mentalidad contracultural, que someta a crítica científica los productos
culturales creados a lo largo de la historia. Evaluando El Rey Lear desde un enfoque feminista conseguimos someter a
crítica directa al patriarcado, sistema repleto de masculinidades intentando
subyugar al género femenino. La crítica literaria feminista es resistencia al
patriarcado. La literatura se utiliza, en este caso, como herramienta para
subvertir lo establecido. Se trata de destruir para construir, simbólicamente y
estructuralmente hablando. Con el análisis de El Rey Lear se procura reconstruir las imágenes de la mujer y el
patriarcado que hemos heredado de la literatura de Shakespeare. La lógica
binaria de la obra, hombres y mujeres, se identifica con las estrategias
estilísticas y temáticas de la literatura patriarcal. Los monólogos interiores
del Rey Lear nos muestran la frustración del propio género masculino ante su
egocentrismo. El egocentrismo masculino se ha denomina androcentrismo. Esta
obra es androcéntrica si lo vemos con este prisma. La rebeldía de las dos hijas
de Lear, al fin y al cabo, no responde a las ansias de Shakespeare de mostrar
esa rebeldía, sino de las malas consecuencias de ella. Hablar en un discurso
feminista me obliga a posicionarme como mujer, hablando desde la discriminación
impuesta. Como hemos reiterado, El Rey
Lear no debe entenderse fuera del contexto histórico, cultural y social en
el que se encuentra, pero eso no lo excluye de ser objeto del análisis
feminista. Simone de Beauvoir plasma en El
segundo sexo la misma esperanza que tengo yo, poner fin al dominio y el
sometimiento de las mujeres, convertidas en meros objetos en manos de los
hombres, también por medio de la literatura.
BIBLIOGRAFÍA:
SHAKESPEARE, William, El Rey Lear, Barcelona, Planeta, 1987,
pp. 5-105.
GÓMEZ, Fernando, Manual de Crítica Literaria Contemporánea,
Madrid, CASTALIA, 2008, pp. 407-422.
HERRERA GÓMEZ, Coral, La violencia de género y el amor romántico,
Pikara Online Magazine, 2012. <<
http://www.pikaramagazine.com/2012/11/la-violencia-de-genero-y-el-amor-romanticocoral-herrera-gomez-expone-que-el-romanticismo-es-el-mecanismo-cultural-mas-potente-para-perpetuar-el-patriarcado/>>
consultado el 11/04/2015
“Hombres en el feminismo” Imelda Whelehan
(1995) “Modern feminist thought: From the second wave to
“Post-feminism””.Edimburgh University Press. 1995. (Traducción: José
María Espada Calpe. 1998) <<
https://masculinidades.wordpress.com/los-hombres-en-el-feminismo/>> consultado el 12/04/2015
ALEAS-IU, Glosario de Términos LGTBI. <<http://www.aleas-andalucia.es/attachments/article/222/Glosario%20de%20t%C3%A9rminos%20LGTBI%20ALEAS-IU.pdf>>
consultado el 10/04/2015
[1] Coral Herrera Gómez expone que el
romanticismo es el mecanismo cultural más potente para perpetuar el
patriarcado, y señala que la lucha contra la violencia machista debe incluir la
consolidación de otros modelos de relaciones.
<http://www.pikaramagazine.com/2012/11/la-violencia-de-genero-y-el-amor-romanticocoral-herrera-gomez-expone-que-el-romanticismo-es-el-mecanismo-cultural-mas-potente-para-perpetuar-el-patriarcado/#sthash.U9qIYgJ0.dpuf>
consultado el 11/04/2015
[2] Diccionario ideológico de términos relacionados con el
feminismo y la lucha LGTBI. <http://www.aleas-andalucia.es/attachments/article/222/Glosario%20de%20t%C3%A9rminos%20LGTBI%20ALEAS-IU.pdf>
consultado el día 11/04/2015> consultado el 10/04/2015
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