sábado, 15 de febrero de 2014

BIEN ES IDA DEMOCRACIA



Bienvenida dictadura,

bien son idos los derechos,

que canto con amargura,
la muerte sobre mi pecho.
La gente nunca te quiso,
ni defender tu puesto quisieron,
y me hicieron caso omiso,
y pronto se arrepintieron.
¡Qué viene la dictadura!,
los azules con los palos,
¡qué se va la democracia!,
que muchos ya lo avisaron.
Que una vez que se ha ido,
que vuelva ya es muy difícil,
¿cómo será, cómo habrá sido?
preguntaron infelices.
Respondieron oprimidos,
¡qué estabais viendo la tele!,
y mientras cuatro gritamos,
mientras nos daban a palos,
allí estabais vosotros,
mirando desde el estrado,
impasivos e impávidos.
Ahora llora el pueblo entero, 
que ha muerto la democracia,
pero que quede muy claro,
el entierro ya ha pasado,
que llegáis bastante tarde,
que ha muerto desde hace rato,
y mientras unos lloraban, 
con este llanto amargo,
allí riendo estabais, 
de la pena que ahora canto. 


Estoy tan harto. Asesinan a emigrantes. Detienen a personas simplemente por lo que piensan. Censuran con editoriales antiabortistas y, para cargarse el derecho a la información, impiden la entrada de periodistas a una rueda de prensa. Estoy harto. Un chalé que hipotecará Villamediana y una sede que baja la verja y no se acuerda de nada. Pero no me parece algo grave, no, eso no es lo grave.



Lo flagrante, lo humillante es que nadie dice nada. Lo verdaderamente matador es eso, la nada. Nada ni nadie. Y allí estábamos cuatro gatos, cuatro gatos que gritábamos y que tocamos los cojones como nadie, pero cuatro gatos. ¿qué tiene que pasar? Como plañideras a llorar. A llorar por el fin de la democracia y de la libertad. Esto es lo que siento y así lo expreso. Escribo como lo siento y siento lo que ahora escribo, así lo expongo a mi pueblo que deje de ser borrego.